No quiero un dragón en mi clase fue el libro por el que nos acercamos a la figura de Violeta Monreal. Cuando lo leíamos en clase nos preguntábamos como podía dibujar esas ventanas en los edificios que parecían de verdad, cómo sería Violeta, si de pequeña ya le gustaría dibujar... Violeta nos visitó una tarde. Todos los alumn@s de segundo curso la recibimos en la biblioteca. Nos quedamos muy sorprendidos cuando nos mostraba cómo un palito se convertía en un bracito de Pinocho, un trozo de tela especial en un fondo para un paisaje de miedo,.. Violeta ya nos dijo que tenemos que conseguir que nuestros cerebros sean de plastilina para poder encontrar ideas distintas y creativas.
Su destreza manual para dibujar rasgando papel nos arrancó unos cuantos aplausos mientras creaba una estrella muy especial que pronto podremos ver enmarcada y decorando alguno de los pasillos de nuestro colegio. Para finalizar, todos nos llevamos su firma plasmada en los libros que teníamos escritos o ilustrados por ella y un tesoro muy especial.
Como decían algunos de l@s niñ@s...¡fue chulísimoooo!
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